Reflexión de fin de año
Reflexión final
El año pasado tuve la oportunidad de tener clase en la clase de Literatura Española AP. Personalmente diría que fue un momento difícil tratando de ponerme al día con el tema, ya que no siempre fui el mejor en lectura en general. No me malinterpretes, considero que la lectura es una de las mejores fuentes de entretenimiento mediático. Pero incluso entonces, todavía me cuesta ser paciente y leer un libro completo. Me gustan más las películas o la música. Pero todavia, me encanta analizar cualquier medio que se me presente. Mi pasión actualmente es escribir películas, pero si eso no sale bien, de hecho buscaré un trabajo en alfabetización mediática o como crítico profesional. Me encanta escribir ensayos sobre los artículos de medios que amo y me encanta compartirlos con quien quiera escuchar lo que tengo que decir. Por eso aprecio la oportunidad que tuve en esta clase.
Mucho de lo que tuvimos que trabajar este año escolar se basó en múltiples análisis de múltiples géneros o épocas literarias diferentes. Y siento que hice un trabajo suficientemente bueno para esos trabajos. Mi favorito en particular fue mi ensayo sobre “San Manuel Bueno, Mártir” en el que me encargaron analizar lo que simboliza cada personaje. Al final, lo que pude deducir es que la historia y los personajes en su conjunto estaban destinados a representar una especie de miedo o defecto con el que casi todas las personas con carga religiosa luchan a lo largo de su vida. Ya sea no reconocer sus errores, obligar a otros a seguir sus propias creencias, victimizarse o no permanecer fieles a sus propias creencias en primer lugar. Fue un gran proyecto y me alegré de poder participar en él. Muchas otras obras que tuve la tarea de analizar fueron “La Casa de Bernarda Alba”, “A Roosevelt”, “He Andado Muchos Caminos” y muchas más. Disfruté específicamente escribir sobre estos trabajos porque siento que puedo resonar mucho con ellos. Crecer en un hogar religioso y ver muchos de esos defectos, comprender y defender la libertad de América Latina, ya que en muchos sentidos todavía estamos bajo la influencia estadounidense que, con toda honestidad, debe irse.
En conclusión, disfruté esta clase aunque de ninguna manera fue mi mejor clase. Me divertí mucho al poder hacer lo que disfruto en una clase y diría que me ha ayudado mucho a poder seguir creando mis propias historias y ensayos para mi propio disfrute. Hasta la proxima.
Muy orgullosa de ti
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